Polos Opuestos: Almas Gemelas Capitulo 8 - Emboscada

Kerrigan:

Ya han pasado varios dias desde el encuentro directo con ese lykan, realmente desde ese dia he estado muy distraída, a donde voy volteo a mi alrededor buscándolo como si quisiera que estuviera ahí, nunca logro verlo pero sé que está allí observando, puedo sentirlo.

- ¿Qué haces? – Dijo sorpresivamente Erin colgando desde una de las ramas superiores del árbol donde me encontraba.
- Pienso, reflexiono, descanso – Conteste abriendo los ojos.
- A llegado una misión solo para ti –
- ¿De qué trata? – Pregunte levantándome para escucharla mejor.
- Debes ir a asesinar a un grupo de traidores que planean un ataque contra el aquelarre – Respondió
- ¿Grupo? ¿Cuántos lo conforman?
- Según me informaron solo son 3
- ¿Solo 3? – Respondí sorprendida – Esta bien, esto será muy fácil ¿Dónde se encuentran? – Continúe pidiendo información.

Me aliste con mi ropa de batalla, una falda de tres partes, una blusa de cuero sin mangas y mi gabardina que llega hasta el suelo, mi espada con una empuñadura cubierta de cinta de cuero en color azul, hoja color negro una espada muy especial, unos sais envenenados y unas estrellas y varios kunais y me dirigí hacia donde se suponía estaba aquel grupo de traidores. Cuando llegue me sorprendí de lo que vi, no había nadie, ni campamento, ni siquiera rastro de que alguien hubiera estado aquí antes de mi llegada – Esto es demasiado extraño ¿Erin se habrá equivocado? – Dije para mí y me dispuse a volver a casa al dar unos pasos un flecha cayo directamente frente a mi clavándose en la nieve, por impulso retrocedí justo cuando una horda de flechas golpearon el lugar donde había estado hace una fracción de segundos antes, logre observar de dónde venían y esquivarlas hasta encontrar refugio tras un árbol, afortunadamente antes de seguir huyendo conseguí ver una fina línea en la nieve, era algo que no debería estar ahí, sin duda una trampa, ya era demasiada coincidencia, desde el momento en que entre en este claro había caído en la trampa y ahora solo podía moverme y tratar de eliminar a los arqueros, espere un momento y escuche como lentamente se acercaba un grupo, seguramente estaban con los arqueros, me mantuve en silencio mientras trataba de ubicar al menos a uno de los arqueros en cuento lo hice lance 3 estrellas de las cuales una fallo, otra pego en su garganta y otra en su frente, haciéndolo caer de la rama donde se encontraba, la distracción que genero su caída me ayudo a avanzar más y acercarme al siguiente lance 3 kunais los cuales todos dieron en el blanco, seguí avanzando y uno de los que estaban ocultos en tierra apareció sorpresivamente frente a mí con una espada desenvainada impidiendo que siguiera avanzando, desenvaine mi espada y me puse en posición de ataque y comenzamos a luchar, era realmente bueno pero después de unos minutos con un movimiento rápido logre cortar su abdomen, seguí avanzando cuando de pronto sentí un golpe seco en mi nuca que me obligo a caer de rodillas a la fría nieve y empecé a ver como los demás asesinos comenzaban a rodearme y comenzaron a atacarme apenas lograba esquivar los golpes trataba de contra atacar ero eran demasiados como para moverme libremente, entonces lo sentí, en mi espalda esa sensación de tibieza y frio al mismo tiempo, había logrado acertar uno de sus golpes en mi espalda, mi espada cayo al igual que yo caí de rodillas otra vez, nuevamente la hoja de una de las espadas cortar mi piel y carne pero ahora la de mi abdomen y caí boca abajo sobre la nieve, lo último que recuerdo es ver como salpico mi sangre en la nieve antes de caer.

Lucian:

Recibí una alerta de los centinelas que había dejado con Kerrigan y lo que me informaron no era bueno, había salido y no me había dado cuenta, ella tenía una misión, pero algo dentro de mí sabía que había algo más oscuro que eso. Seguí su rastro a toda velocidad hasta que le di alcance pero lo que encontré al llegar no fuel algo que esperaba ver, mi corazón se detuvo por un momento al contemplar su cuerpo herido a los pies de un grupo de hombres a punto de cortar su cuello para asegurar su trabajo. Sentí que la sangre me hervía de ira y toda ella dirigida hacia aquellos hombres con sus sonrisas torcidas miraban el cuerpo de ella desangrándose en la fría nieve, decidí no contenerla y con un grito me lance a la batalla contra ellos que habían lastimado a Kerrigan, mi ataque inicial logro tomarlos por sorpresa y sirvió para que la cabeza de uno rodara por el suelo aproveche el momento de distracción que eso me trajo para avanzar un poco más entre sus filas, una daga en cada mano apuñalando cortando y bloqueando los ataques que aquellos más experimentados enviaban en mi dirección, logre llegar a un lado de Kerrigan y con un movimiento lance a quien estaba a punto de decapitarla unos metros más lejos, mi objetivo era salvarla y planeaba cumplirlo, sino por la misión porque algo en mi me lo pedía, la sujete entre mis brazos tan suavemente como pude y con un movimiento de mi muñeca arroje algunos explosivos pequeños al centro del grupo, aunque sabía que no sería suficiente para eliminarlos eso los lastimaría y cubriría mi retirada, logre llevar a Kerrigan a un lugar alejado de ellos aunque sabía que se acercaban, no iban a dejar de seguirnos y yo no podía dejarlos vivir, coloque a Kerrigan en una pequeña cueva bajo las raíces de un viejo árbol y coloque una ilusión para desparecerla de la vista, camine lentamente hacia la dirección de donde venían nuestros perseguidores y en solo unos minutos ellos estaban frente a mí, me tome un momento para analizarlos, Kerrigan había combatido bien y ahora solo quedaban cerca de 6 guerreros, todos ellos heridos, tanto por Kerrigan como por mí, observe el movimiento de cada uno y note que al menos 4 tenían problemas para moverse por algunos cortes y por suerte para mí, parte de mis explosivos los alcanzo a dañar lentamente deslice mis dagas desde su posición oculta hasta mis manos, las sujete con fuerza y me coloque listo para luchar contra ellos, se lanzaron los primeros dos contra mí, y mientras caminaban note las herida en sus piernas de inmediato decidí eliminarlos, atacaban con velocidad pero con las heridas que tenían no tenían tanta agilidad y cada segundo su debilidad aumentaba por la pérdida de sangre, esquive sus ataques lo mejor que podía y note una apertura cuando uno de ellos trato de apuñalarme, me moví bajo su brazo y antes de que se diera cuenta estaba dentro de su guardia clavando una de mis dagas en su corazón, eso alerto al resto del grupo que comenzaron a atacar sin piedad, estocadas llovían en mi dirección y a como podía trataba de evitarlas, fue cuestion de tiempo antes de que una espada lograra cortarme a través de la cara justo cuando mis dagas cortaban los lados de su garganta quedaban 4 guerreros según mis cuentas pero algo me molestaba, solo veía 3 de ellos, sentí un miedo apoderarse de mi al pensar que uno de ellos se había escabullido hacia Kerrigan mientras peleábamos y podría haber detectado la ilusión, pero mis temores se despejaron cuando una flecha paso junto a mi rostro cortando el aire, dándome cuenta que ese era el 4 enemigo decidí enfrentarlos con todo lo que tenía sentí como una flecha se clavó en mi pierna al tiempo que esquivaba una estocada a mi cabeza, esa flecha seria molesta por el resto de la batalla pero usando la movilidad que aun tenia no posicione de tal forma que si el arquero quería dispararme se arriesgaba a darle a sus compañeros, grande fue mi sorpresa cuando fue justo lo que hizo y logro atinarle a mi otra pierna después de atravesar el pecho de uno de sus compañeros la flecha atravesó su corazón antes de llegar a mi muslo y a pesar del dolor me dio un momento en el que mis enemigos estaban distraídos por lo que aproveche para lanzar una de mis dagas a uno de los guerreros que veían son ira el cuerpo frio del que fue su compañero la daga atravesó limpiamente su ojo y llego a su cerebro matándolo al instante, lo que quedaba de la batalla sería algo difícil aunque ya solo quedaban 2 enemigos estando uno cerca y el otro tan lejos debo mantenerme alerta mientras esto luchando para que las flechas que me disparan no logren darme aún más logre desviarme a tiempo mientras una flecha atravesada el lugar donde haba estado y mi oponente al traer solo una espada atacaba ciegamente creyendo que por estar ahora con solo una daga mi alcance reduciría mi talento en la lucha, a veces en una batalla es necesario recibir un golpe para dar otro, y justo eso fue lo que hice, en cuanto lanzo su estocada mi cuerpo se movió lo mínimo solo suficiente para evitar heridas letales, y mientras lo tenía cerca clave una de las dagas ocultas que portaba directo en su pecho, quería atravesar su corazón y por el flujo de sangre que llego a mis manos diría que lo hice solté discretamente una bomba de luz mientras el arquero apuntaba hacia mí, esta no era usada en combate sino más bien como señal o como distracción pero para lo que necesitaba era perfecta exploto justo detrás de mi enviando luz de gran intensidad en todas direcciones por lo que mi plan de cegar al arquero funciono momentáneamente, lo suficiente para lanzar algunos shuriken en su dirección esperanto lastimarlo pero con tan poca energía que realmente dudaba que pasaría, las heridas en mi cuerpo eras más graves de lo que pensé, la sangre fluía por mi piel y el ardor y dolor no me permitían moverme a gran velocidad, me sorprendí cuando de la dirección del arquero dejaron de lanzar flechas, no podía haberlo eliminado aun, esas armas eran poco efectivas si no estaban perfeccionados y mi maestría sobre ellos aun dejaba mucho que desear, pasaron solo unos segundos y cuando pensé que ya nada pasaría salió corriendo en mi dirección portando entre sus manos una katana el arquero, vi detrás de él y note con algo de gracias que mi último ataque no lo había lastimado pero deshabilito su arma principal ahora en una batalla entre su espada y yo sus manos se movían más lentamente obviamente no estando acostumbrado a pelea de ese estilo, aproveche esto cuando en un movimiento se acercó demasiado y con pésimo agarre sobre su espada, desvié un poco el golpe con mis protectores y mientras se recuperaba me coloque detrás de él y en el parpadeo de sus ojos me estaba asfixiando me mantuve presionando su garganta por un tiempo hasta que efectivamente haba dejado de respirar, estaba herido y cansado pero Kerrigan me necesitaba, por lo que reuniendo mis fuerzas partí hacia la protección que brindaba el bosque buscando la ilusión que ocultaba el cuerpo de Kerrigan la saque de la cueva y la lleve a mi refugio, para cuando llegue mis heridas estaban tan mal como las que portaba Kerrigan por lo que atendiendo tanto como podía nuestras heridas note el tinte rojizo que comenzaba a regresar a sus labios y note como toda su piel parecía más viva ahora que hace unos minutos, no podía resistirme y lentamente me acerque a ella, quería probar esos labios que desde hace tiempo rondaban mis sueños pero antes de que pudiera probarlos, vi como sus ojos se abrieron lentamente, quede petrificado por el shock y vi como ella estaba igual de sorprendida que yo, ignore mi sorpresa como pude y lentamente me acerque hasta sellar mis labios con los suyos dejando que solo el instinto nos guiara, lo último que recuerdo fue el sabor de sus labios, justo antes de perder la conciencia por la pérdida de sangre...

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