Kerrigan:
Ya han pasado varios dias desde el encuentro directo
con ese lykan, realmente desde ese dia he estado muy distraída, a donde
voy volteo a mi alrededor buscándolo como si quisiera que estuviera ahí,
nunca logro verlo pero sé que está allí observando, puedo sentirlo.
- ¿Qué haces? – Dijo sorpresivamente Erin colgando desde una de las ramas superiores del árbol donde me encontraba.
- Pienso, reflexiono, descanso – Conteste abriendo los ojos.
- A llegado una misión solo para ti –
- ¿De qué trata? – Pregunte levantándome para escucharla mejor.
- Debes ir a asesinar a un grupo de traidores que planean un ataque contra el aquelarre – Respondió
- ¿Grupo? ¿Cuántos lo conforman?
- Según me informaron solo son 3
- ¿Solo 3? – Respondí sorprendida – Esta bien, esto será muy fácil ¿Dónde se encuentran? – Continúe pidiendo información.
Me
aliste con mi ropa de batalla, una falda de tres partes, una blusa de
cuero sin mangas y mi gabardina que llega hasta el suelo, mi espada con
una empuñadura cubierta de cinta de cuero en color azul, hoja color
negro una espada muy especial, unos sais envenenados y unas estrellas y
varios kunais y me dirigí hacia donde se suponía estaba aquel grupo de
traidores. Cuando llegue me sorprendí de lo que vi, no había nadie, ni
campamento, ni siquiera rastro de que alguien hubiera estado aquí antes
de mi llegada – Esto es demasiado extraño ¿Erin se habrá equivocado? –
Dije para mí y me dispuse a volver a casa al dar unos pasos un flecha
cayo directamente frente a mi clavándose en la nieve, por impulso
retrocedí justo cuando una horda de flechas golpearon el lugar donde
había estado hace una fracción de segundos antes, logre observar de
dónde venían y esquivarlas hasta encontrar refugio tras un árbol,
afortunadamente antes de seguir huyendo conseguí ver una fina línea en
la nieve, era algo que no debería estar ahí, sin duda una trampa, ya era
demasiada coincidencia, desde el momento en que entre en este claro
había caído en la trampa y ahora solo podía moverme y tratar de eliminar
a los arqueros, espere un momento y escuche como lentamente se acercaba
un grupo, seguramente estaban con los arqueros, me mantuve en silencio
mientras trataba de ubicar al menos a uno de los arqueros en cuento lo
hice lance 3 estrellas de las cuales una fallo, otra pego en su garganta
y otra en su frente, haciéndolo caer de la rama donde se encontraba, la
distracción que genero su caída me ayudo a avanzar más y acercarme al
siguiente lance 3 kunais los cuales todos dieron en el blanco, seguí
avanzando y uno de los que estaban ocultos en tierra apareció
sorpresivamente frente a mí con una espada desenvainada impidiendo que
siguiera avanzando, desenvaine mi espada y me puse en posición de ataque
y comenzamos a luchar, era realmente bueno pero después de unos minutos
con un movimiento rápido logre cortar su abdomen, seguí avanzando
cuando de pronto sentí un golpe seco en mi nuca que me obligo a caer de
rodillas a la fría nieve y empecé a ver como los demás asesinos
comenzaban a rodearme y comenzaron a atacarme apenas lograba esquivar
los golpes trataba de contra atacar ero eran demasiados como para
moverme libremente, entonces lo sentí, en mi espalda esa sensación de
tibieza y frio al mismo tiempo, había logrado acertar uno de sus golpes
en mi espalda, mi espada cayo al igual que yo caí de rodillas otra vez,
nuevamente la hoja de una de las espadas cortar mi piel y carne pero
ahora la de mi abdomen y caí boca abajo sobre la nieve, lo último que
recuerdo es ver como salpico mi sangre en la nieve antes de caer.
Lucian:
Recibí
una alerta de los centinelas que había dejado con Kerrigan y lo que me
informaron no era bueno, había salido y no me había dado cuenta, ella
tenía una misión, pero algo dentro de mí sabía que había algo más oscuro
que eso. Seguí su rastro a toda velocidad hasta que le di alcance pero
lo que encontré al llegar no fuel algo que esperaba ver, mi corazón se
detuvo por un momento al contemplar su cuerpo herido a los pies de un
grupo de hombres a punto de cortar su cuello para asegurar su trabajo.
Sentí que la sangre me hervía de ira y toda ella dirigida hacia aquellos
hombres con sus sonrisas torcidas miraban el cuerpo de ella
desangrándose en la fría nieve, decidí no contenerla y con un grito me
lance a la batalla contra ellos que habían lastimado a Kerrigan, mi
ataque inicial logro tomarlos por sorpresa y sirvió para que la cabeza
de uno rodara por el suelo aproveche el momento de distracción que eso
me trajo para avanzar un poco más entre sus filas, una daga en cada mano
apuñalando cortando y bloqueando los ataques que aquellos más
experimentados enviaban en mi dirección, logre llegar a un lado de
Kerrigan y con un movimiento lance a quien estaba a punto de decapitarla
unos metros más lejos, mi objetivo era salvarla y planeaba cumplirlo,
sino por la misión porque algo en mi me lo pedía, la sujete entre mis
brazos tan suavemente como pude y con un movimiento de mi muñeca arroje
algunos explosivos pequeños al centro del grupo, aunque sabía que no
sería suficiente para eliminarlos eso los lastimaría y cubriría mi
retirada, logre llevar a Kerrigan a un lugar alejado de ellos aunque
sabía que se acercaban, no iban a dejar de seguirnos y yo no podía
dejarlos vivir, coloque a Kerrigan en una pequeña cueva bajo las raíces
de un viejo árbol y coloque una ilusión para desparecerla de la vista,
camine lentamente hacia la dirección de donde venían nuestros
perseguidores y en solo unos minutos ellos estaban frente a mí, me tome
un momento para analizarlos, Kerrigan había combatido bien y ahora solo
quedaban cerca de 6 guerreros, todos ellos heridos, tanto por Kerrigan
como por mí, observe el movimiento de cada uno y note que al menos 4
tenían problemas para moverse por algunos cortes y por suerte para mí,
parte de mis explosivos los alcanzo a dañar lentamente deslice mis dagas
desde su posición oculta hasta mis manos, las sujete con fuerza y me
coloque listo para luchar contra ellos, se lanzaron los primeros dos
contra mí, y mientras caminaban note las herida en sus piernas de
inmediato decidí eliminarlos, atacaban con velocidad pero con las
heridas que tenían no tenían tanta agilidad y cada segundo su debilidad
aumentaba por la pérdida de sangre, esquive sus ataques lo mejor que
podía y note una apertura cuando uno de ellos trato de apuñalarme, me
moví bajo su brazo y antes de que se diera cuenta estaba dentro de su
guardia clavando una de mis dagas en su corazón, eso alerto al resto del
grupo que comenzaron a atacar sin piedad, estocadas llovían en mi
dirección y a como podía trataba de evitarlas, fue cuestion de tiempo
antes de que una espada lograra cortarme a través de la cara justo
cuando mis dagas cortaban los lados de su garganta quedaban 4 guerreros
según mis cuentas pero algo me molestaba, solo veía 3 de ellos, sentí un
miedo apoderarse de mi al pensar que uno de ellos se había escabullido
hacia Kerrigan mientras peleábamos y podría haber detectado la ilusión,
pero mis temores se despejaron cuando una flecha paso junto a mi rostro
cortando el aire, dándome cuenta que ese era el 4 enemigo decidí
enfrentarlos con todo lo que tenía sentí como una flecha se clavó en mi
pierna al tiempo que esquivaba una estocada a mi cabeza, esa flecha
seria molesta por el resto de la batalla pero usando la movilidad que
aun tenia no posicione de tal forma que si el arquero quería dispararme
se arriesgaba a darle a sus compañeros, grande fue mi sorpresa cuando
fue justo lo que hizo y logro atinarle a mi otra pierna después de
atravesar el pecho de uno de sus compañeros la flecha atravesó su
corazón antes de llegar a mi muslo y a pesar del dolor me dio un momento
en el que mis enemigos estaban distraídos por lo que aproveche para
lanzar una de mis dagas a uno de los guerreros que veían son ira el
cuerpo frio del que fue su compañero la daga atravesó limpiamente su ojo
y llego a su cerebro matándolo al instante, lo que quedaba de la
batalla sería algo difícil aunque ya solo quedaban 2 enemigos estando
uno cerca y el otro tan lejos debo mantenerme alerta mientras esto
luchando para que las flechas que me disparan no logren darme aún más
logre desviarme a tiempo mientras una flecha atravesada el lugar donde
haba estado y mi oponente al traer solo una espada atacaba ciegamente
creyendo que por estar ahora con solo una daga mi alcance reduciría mi
talento en la lucha, a veces en una batalla es necesario recibir un
golpe para dar otro, y justo eso fue lo que hice, en cuanto lanzo su
estocada mi cuerpo se movió lo mínimo solo suficiente para evitar
heridas letales, y mientras lo tenía cerca clave una de las dagas
ocultas que portaba directo en su pecho, quería atravesar su corazón y
por el flujo de sangre que llego a mis manos diría que lo hice solté
discretamente una bomba de luz mientras el arquero apuntaba hacia mí,
esta no era usada en combate sino más bien como señal o como distracción
pero para lo que necesitaba era perfecta exploto justo detrás de mi
enviando luz de gran intensidad en todas direcciones por lo que mi plan
de cegar al arquero funciono momentáneamente, lo suficiente para lanzar
algunos shuriken en su dirección esperanto lastimarlo pero con tan poca
energía que realmente dudaba que pasaría, las heridas en mi cuerpo eras
más graves de lo que pensé, la sangre fluía por mi piel y el ardor y
dolor no me permitían moverme a gran velocidad, me sorprendí cuando de
la dirección del arquero dejaron de lanzar flechas, no podía haberlo
eliminado aun, esas armas eran poco efectivas si no estaban
perfeccionados y mi maestría sobre ellos aun dejaba mucho que desear,
pasaron solo unos segundos y cuando pensé que ya nada pasaría salió
corriendo en mi dirección portando entre sus manos una katana el
arquero, vi detrás de él y note con algo de gracias que mi último ataque
no lo había lastimado pero deshabilito su arma principal ahora en una
batalla entre su espada y yo sus manos se movían más lentamente
obviamente no estando acostumbrado a pelea de ese estilo, aproveche esto
cuando en un movimiento se acercó demasiado y con pésimo agarre sobre
su espada, desvié un poco el golpe con mis protectores y mientras se
recuperaba me coloque detrás de él y en el parpadeo de sus ojos me
estaba asfixiando me mantuve presionando su garganta por un tiempo hasta
que efectivamente haba dejado de respirar, estaba herido y cansado pero
Kerrigan me necesitaba, por lo que reuniendo mis fuerzas partí hacia la
protección que brindaba el bosque buscando la ilusión que ocultaba el
cuerpo de Kerrigan la saque de la cueva y la lleve a mi refugio, para
cuando llegue mis heridas estaban tan mal como las que portaba Kerrigan
por lo que atendiendo tanto como podía nuestras heridas note el tinte
rojizo que comenzaba a regresar a sus labios y note como toda su piel
parecía más viva ahora que hace unos minutos, no podía resistirme y
lentamente me acerque a ella, quería probar esos labios que desde hace
tiempo rondaban mis sueños pero antes de que pudiera probarlos, vi como
sus ojos se abrieron lentamente, quede petrificado por el shock y vi
como ella estaba igual de sorprendida que yo, ignore mi sorpresa como
pude y lentamente me acerque hasta sellar mis labios con los suyos
dejando que solo el instinto nos guiara, lo último que recuerdo fue el
sabor de sus labios, justo antes de perder la conciencia por la pérdida
de sangre...
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