Polos Opuestos: Almas Gemelas Capitulo 10 - Revelaciones

Kerrigan:

Desperté horas después ya había anochecido me gire Lucian seguía durmiendo junto a mí, sigilosamente me levante y me vestí, me dispuse a salir de allí no podía quedarme más tiempo, jamás debió pasar algo así, salí por la ventana para no hacer ruido con la puerta pero antes de brincar voltee a verlo se veía tan apacible no era como otros lykans a los que me había enfrentado - Esto no puede seguir así - Dije para mí y salí.

Cuando llegue a casa Lilith me esperaba con un montón de preguntas y reproches igual que siempre cuando me ausentaba por largo tiempo.

- ¿Dónde estabas? - Pregunto bajando del árbol y cayendo exactamente frente a mí.
- Por ahí sabes que me gusta descansar lejos e inspeccionar bien después de una misión no me gustaría que supieran donde vivo - No podía decirle sobre la emboscada, no sabía si Erin y Lilith estaban involucradas en ello y sobre todo no podía decirles lo que había pasado con Lucian, sería un motivo más para que buscaran asesinarme - No puedo confiar en nadie - Pensé
- ¿Qué es lo que te pasa? - Dijo mirándome fijamente
- Nada solo estoy cansada - Mentí de nuevo
- Sabes este mes has estado muy extraña ¿Ocultas algo? ¿Qué tramas?
- Ya basta - Alce la voz - Ni oculto nada, ni tramo nada - Dije molesta mientras la apartaba de mi lado
- ¿Quieres pelear? - Dijo mientras regresaba el empujón que yo le había dado
- No Lilith tu eres la que se comporta extraña, últimamente lo único que haces es ordenar y cuestionar todo lo que yo hago siendo que no eres la líder
- Yo soy la líder de este grupo y tú debes darme cuentas a mí de todo lo que haces
- No, no lo eres, ninguna de nosotras lo es, nos complementamos entre las tres – Apenas termine de articular la última palabra Lilith se lanzó hacia mi lanzando un primer ataque y acertando cinco cortes aparecieron en mi brazo uno por cada una de sus afiladas uñas – Que es lo que te pasa – Le grite y lance un golpe igual pero no acerté, continuamos peleando pero ya Lilith no acertaba ningún golpe, no la deje mi agilidad y velocidad siempre me han ayudado mucho cuando se trata de luchar contra ella y derrotarla y esta vez no fue distinto. Cuando Lilith cayo, le di la espalda y comencé a recoger mis cosas – Me voy – Dije mirando a Erin que estaba parada frente a mí.
- Pero porque –
- Esta alianza fue una tontería, los vampiros como nosotros son solitarios por una razón, además de que no pienso estar soportando por más tiempo a una vampira engreída que no sabe trabajar en equipo.
- Y cómo te enteraras de las misiones – Pregunto tratando de que reconsiderara mi decisión
- No eres la única mensajera del aquelarre, estoy segura de que hay más en la elite y me encontraran es lo más seguro siempre lo hacen – Termine de recoger mis cosas y me despedí de Erin, a la cual había visto crecer desde pequeña, desde que la rescate de unos demonios que habían asesinado a sus padres, ella era mi aprendiz, mi compañera y mi hermana – Cuídate pequeña, ya es tiempo de que ambas tomemos caminos distintos – La abrace y partí en busca de un nuevo lugar para quedarme.

Después de unas horas de buscar encontré un lugar muy parecido al que antes llamaba hogar, me instale y me dispuse a descansar, me preguntaba si la actitud extraña de Lilith de este último mes y su comentario de hace unas horas tendría que ver con la emboscada.

- ¿Pero qué te paso en el brazo? – Interrumpió mis reflexiones una voz
- Nada de tu interés Indra – Respondí mirándola – Ahora que quieres –
- Solo pasaba por aquí y te vi tan sola y quise pasar a saludar y saber cómo estabas
- Estoy bien ya saludaste ya te puedes ir
- Pero que hostilidad desde cuando tratas así a tus superiores – Dijo con una sonrisa mientras elevaba su energía lo cual mostraba que era de más alto nivel que yo pero eso me causaba una sensación de asfixia
- Desde que ellos me mandan a una misión falsa para emboscarme y asesinarme – Dije recuperando el aliento
- Así que eso planeaban – Murmuro
- Así que tú lo sabias – Grite mientras corría hacia ella para atacarla
- No malgastes tu fuerza y energía conmigo - Dijo mientras me sujetaba y apretaba el brazo justamente sobre la herida – No durarías ni un segundo en batalla, además yo no soy tu enemiga, ni siquiera tenía idea de esa emboscada – Dijo mientras me soltaba y lamina su mano ya que mi herida había comenzado a sangrar de nuevo – Últimamente ciertos miembros del aquelarre están haciendo reuniones privadas y no sé qué traman – Continuo hablando
- Tu eres miembro averígualo – Dije alejándome de ella e inspeccionando mi brazo
- No es tan fácil y si es como pienso tu eres el blanco
- ¿Yo? ¿Yo porque?
- Tu sabes muchas cosas que ponen en peligro al aquelarre, gracias a tu trabajo sabes mucho de los turbios negocios que muchos de los miembros tienen y que tú has sido parte de ellos sin darte cuenta, has eliminado a los que te mandan ellos lo hacen pasar por traidores o amenazas mientras que la realidad de todo era que solo les estorbaban en sus negocios
- No es posible – Voltee la mirada un momento - ¿Entonces qué debo hacer? – Gire de nuevo para mirarla pero ya no estaba – Como odio que haga eso – Dije en voz alta, me quede en el árbol a pensar y reflexionar cada una de las misiones que había tenido, en muchas había dudado porque no encontraba evidencia suficiente para asesinarlo por traición, en eso otra pregunta invadió mi mente ¿Erin y Lilith lo sabían? ¿Eran parte de todo esto? Y si no ¿Estarían en peligro?

Polos Opuestos: Almas Gemelas Capitulo 9 - Despertar

Kerrigan:

Abrí mis ojos y lo vi frente a mí, se acercó lentamente y me dio un beso en los labios suavemente, después cayo desmayado a causa de las heridas que tenía, a penas logre levantarme para dejarle mi lugar, lo acomode, le quite la gabardina y la camisa y comencé a curar sus heridas de mayor gravedad, después de eso me enfoque a las heridas de flecha en sus piernas, me quede toda la noche allí con él, con el hombre que me había salvado. A la mañana siguiente despertó.

- No te levantes tan rápido, tus heridas no han sanado del todo aun -  Dije
- Solo son heridas superficiales, sanaran pronto – Respondió
- ¿Cómo fue que me encontraste? ¿Por qué me salvaste? – Le pregunte mientras veía como se sentaba en la cama.
- Te lo dije antes, voy a protegerte lo quieras o no, ¿De verdad creíste que no me daría cuenta de a donde ibas y cuando te ibas? – Respondió mirándome fijamente
- ¿Cuál es tu nombre?
- Como te lo dije antes mi nombre no importa, solo soy quien te protegerá
- Vaya, solo quería ser gentil y agradecerte porque me salvaras pero bueno como quieras
- Lucian, ese es mi nombre, y no tienes que agradecer nada, dije que te protegería
- ¿Lucian? Es un buen nombre
- Solo es mi nombre... pero gracias
- Soy Kerrigan, pero imagino que eso ya lo sabias
- Si, lo sabía... ¿Cómo llegamos aquí?
- No lo sé cuándo desperté ya estábamos aquí, tú me has de haber traído antes de desmayarte
- No recuerdo nada después de regresar a la batalla
- Cuando desperté ya estábamos aquí y habías curado mis heridas, después te desmayaste y yo cure las tuyas – Sé que mentía al no decirle lo del beso pero así era mejor -  Lo último que recuerdo fue un golpe en mi nuca y como sus espadas cortaban mi espalda y abdomen.
- Vaya supongo que tenemos suerte de estar aquí ambos... gracias por curar mis heridas
- No es nada, lo hice como agradecimiento de que me salvaras
- Supongo que estamos a mano, pero aun así no te libraras de mí, aun debo protegerte
- Vaya ¿Y qué debo hacer para librarme de ti?
- No creo que se pueda a menos que encontremos quien te quiere muerta y me deshaga del problema
- Bueno es una larga lista, básicamente todo el mundo me quiere muerta – Dije sonriendo, dejando expuestos mis colmillos
- Entonces estaré un largo tiempo cuidándote, espero que no te moleste tenerme a tu lado por tanto tiempo
- Vaya, no para nada – Dije levantando una ceja, nos quedamos en silencio unos momento cuando de pronto ese silencio fue interrumpido por un rugido, el de mi estómago.
- Sigh necesitamos comida, espera volveré en un rato, iré a cazar algo para comer o ¿Prefieres simplemente morder mi cuello?
- ¿Esa propuesta es enserio? ¿Me dejarías morderte?
- Eso depende, ¿te detendrás si quedo inconsciente?
- No lo sé jamás he mordido a alguien de tu especie
- Realmente prefiero no levantarme así que adelante solo trata de no matarme, aún tengo que protegerte – Dejando expuesto su cuello

Me acerque a el lentamente como si tuviera miedo de dañarlo, me agache y hundí mis colmillos en su cuello, su piel era muy suave y cuando su sangre inicio a brotar de las heridas todo empeoro, era dulce jamás había probado algo similar no podía, no quería detenerme, seguí bebiendo y mordiendo con más fuerza, había entrado en frenesí y quería mas, lo empuje sin soltar su cuello hasta recostarlo quedando encima de él y continúe bebiendo. El olor y el sabor me estaban volviendo loca.

Lucian:

Con cada segundo que pasaba sentía como la sangre abandonaba mi cuerpo, sentía debilidad pero también sentía placer, me  estaba gustando la forma en que sus labios rosaban mi piel y el que ella se posicionara sobre mí y los movimientos que hacia mientras bebía mi sangre me estaban enloqueciendo necesitaba algo más, con la fuerza que pude conseguir mientras era azotado por una ola de placer la rodee con mis brazos y la jale hacia mí de forma que nuestros cuerpos estuvieran lo más juntos posibles y gire mi cuerpo trayéndola conmigo para cambiar posiciones, la tenía frente a mi deseando beber mas de mi sangre y con un brillo en su mirada que solo me hizo sentirme más agitado... mas excitado.

Kerrigan:

Lo único que sabía en ese momento era que quería más de su sangre, pero un segundo instinto me hizo desear no solo su sangre si no a él, así que al tenerlo frente a mí me levante y lo bese.

Lucian:

Fue un beso apasionado que solo me hacía desearla más, quería sentirla aún más cerca saborearla, quería poseerla, mi lengua recorrió suavemente sus labios y en cuanto su boca se abrió ligeramente mi lengua entro a danzar con la suya, estaba perdiendo el control y necesitaba detenerme pero no quería... una de mis manos se posiciono junto a ella mientras la veía ahí justo frente a mí, con su respiración agitada y su mirada deseosa...

Kerrigan:

Había llegado a un punto sin retorno pero no me importaba, yo quería seguir yo lo deseaba, nos gire quedando nuevamente sobre el comencé a quitarle la camisa quería sentir su suave piel, el olor a sangre me tenía descontrolada pero no me importaba yo lo deseaba en ese momento, cuando logre quitarle la camisa comencé a besar su cuello y mis labios volvieron a mojarse en ese líquido rojo que emanaba de las heridas causadas en su cuello, me levante y con los labios mojados en sangre lo bese.

Lucian:

Sentí el sabor de la sangre invadir mi boca y aun así el beso me parecía lo mejor, necesitaba algo mas profundo por lo que deslice una de mis manos por su costado y la coloque a su lado justo a la altura de sus pechos, solo la mantuve ahí mientras con mi otro brazo la jalaba para besarla como si no hubiera mañana, mi mano ocupo uno de sus pechos y masajeando ligeramente fui recompensado con el dulce sonido de Kerrigan dejándose llevar por el placer en un duce gemido mientras comenzaba a mover sus caderas cada vez más rápido provocándome aún más a poseerla comencé a retirar su ropa, deseaba sentir su piel y justo cuando la primera prenda cayó al suelo mis labios ocuparon su cuello desprotegido sacándole un suspiro más que me provoco tanta excitación como el gemido de hacia un momento, mis manos ocupaban sus pechos y masajeaban suavemente mientras mi boca reclamaba la suya... la ropa cada vez estorbaba más y nuestros deseos aumentaban como pude la abrace y la recosté de espaldas para quedar sentado frente a ella, me incline hacia ella y la bese, baje un poco para besar su cuello y una de mis manos bajo a su pantalón para desabrocharlo mientras la otra masajeaba su pecho libre, quería que fuera mía y ya era algo tarde para detenerme me incorpore, sujete su cadera con ambas manos y comencé a deslizarlas hacia mi trayendo con ellas su pantalón dejándola expuesta ante mi podía notar su excitación y ella sentía la mía, esto era algo que ambos queríamos hacer por lo que retire lo que quedaba de mi ropa y mi miembro erecto quedo al descubierto, quería sentir como estaba dentro de ella y sabía que ella quería sentirme por lo que me incline hacia ella para besarla una vez más, un beso más profundo, más lento, más íntimo una de mis manos bajo a su intimidad y comenzó a rósala, quería sentir su excitación y comencé a mover mis dedos alrededor de su entrada, deslice un dedo suavemente apenas para insertarlo un poco y lo saque de nuevo, pude ver su cara de placer y deseo cuando lo hice decidí que era tiempo de darnos a ambos lo que deseábamos y mientras la besaba acerque mi miembro  a su entrada a penas rosándola me separe un poco de ella para ver sus ojos con una pregunta silenciosa en mi mirada la vi asentir con deseo y empujando ligeramente logre entrar en ella, mi mundo dio un giro cuando sentí como sus paredes rodeaban mi miembro, su calidez me enloquecía y quería hacerla sentir tanto placer como fuera posible, sujete sus caderas y comencé a moverme dentro de ella, salía y entraba aumentando la velocidad gradualmente hasta tomar un ritmo que a los dos nos satisfacía pasaron unos minutos en los que su voz pidiéndome que siguiera me enloquecían y los movimientos que hacíamos me daban placer, deslice mis manos por su espalda y la levante hacia mí para que estuviera sentada sobre mi mientras permanecía de rodillas y permití que se moviera a su gusto tomando su ritmo sobre mi miembro y moviéndose de forma que sintiera más placer.

Kerrigan:

No podía pronunciar ni una sola palabra lo único que salía de mi boca eran aquellos gemidos que parecían enloquecerlo cada vez más, cuando me levanto continúe moviendo mis caderas, quería sentir más, con un movimiento hacia arriba y hacia abajo hice un camino de besos de su boca a su cuello y cuando llegue a él gracias a la excitación volví a morderlo, en ese momento el me llevo de nuevo de espaldas y comenzó a embestirme cada vez más rápido, llegando así al clímax total, jamás había sentido tal sensación en mi vida arquee mi espalda y con un último gemido todo termino, cayo recostado junto a mí, exhausto de todo aquello que había pasado.

Lucian:

Sin saber cómo empezó, todo había terminado así, con los dos yaciendo recostados al lado del otro exhaustos y llenos de placer por lo que habíamos hecho pase mi brazo sobre ella y la jale hacia mí para mantenerla a mi lado lo más cerca posible sin decir ni una sola palabra y solo disfrutando de la experiencia de hacía unos segundos.

Kerrigan:

Cerré mis ojos y el sueño me invadió por lo exhausta que estaba deje que el sueño me invadiera y así caí en un profundo sueño junto aquel hombre que me había hecho suya.